jueves, 3 de abril de 2014

Autoestima personal: ¡Me encanta mi cuerpo!

A estas alturas, ya nos vamos acostumbrando al hecho de que el SEXO es una realidad con muchas facetas diferentes, las cuales inciden de diferente modo en las personas, en NOSOTROS. Desde una perspectiva psicológica resulta importante analizar cómo se siente una persona respecto de su cuerpo y de su aspecto físico.

La imagen corporal es la representación que una persona tiene de su aspecto físico. La positividad o negatividad con la que se vean a sí mismos influirá en el desarrollo personal de cada uno de ellos.



Es muy beneficioso que mantengamos una imagen corporal positiva, importante para el autoestima, ya que todo ello nos permitirá formar relaciones íntimas con otros. Se trata de tener la certeza de que nos merecemos ser felices y compartir nuestra vida con alguien, a pesar de los defectos que se tengan.

A continuación explicaré las variaciones existentes en la apariencia de algunas partes del cuerpo y que en mayor medida causan preocupación y angustia, tanto en mujeres como en hombres. Estas diferencias (normales, ya que todos somos diferentes) están íntimamente relacionadas con la satisfacción que cada uno siente con su propio cuerpo.

- El aspecto de los genitales

Con respecto a los varones: no hay ningún tratamiento, ejercicio o medicamento que pueda aumentar el tamaño del pene. Es importante que tengan claro esta realidad, e ignoren la gran publicidad que se hace sobre ciertos productos o servicios que afirman poder aumentar su tamaño.

De todas formas, la gran mayoría de los hombres se encuentran dentro de la media de tamaño. Es más, según June Reinisch y Ruth Beasley, autoras del libro Nuevo Informe Kinsey sobre sexo, durante la erección generalmente los penes pequeños y fláccidos se alargan en un porcentaje mayor que los penes más grandes y fláccidos. Por lo que, el tamaño del pene fláccido no determina su longitud al estar erecto.

Resulta habitual que la mayoría de hombres den una mayor importancia al tamaño del pene, el cual es considerado por ellos como símbolo de la masculinidad, capacidad y resistencia sexual, y habilidad para complacer a la compañera sexual. Sin embargo, no se trata de un hecho determinante.

En la pubertad, los genitales de los chicos no comienzan a crecer a la misma edad, ni a la misma velocidad. No obstante, al llegar a la edad adulta, todos logran el mismo resultado, se hayan desarrollado a mayor o menor velocidad.

Los genitales femeninos también presentan variaciones en cuanto al aspecto físico. Los labios pueden tener muchos pliegues o ser lisos, ni tampoco ambos lados de los labios tienen por qué ser iguales. Éstos pueden estar más cerrados o abiertos, y su color podrá variar, en especial con la excitación sexual. Asimismo, los labios internos podrán permanecer dentro de los externos, o sobrepasarlos.

En definitiva, en ambos casos, mujer y hombre, experimentar alteraciones en el aspecto de su cuerpo es completamente normal.

Los genitales son una parte importante que determinará el nivel de seguridad y autoestima que tenga la persona, en relación a las relaciones íntimas, personales y sexuales. Es por ello importante conocer cómo somos cada uno de nosotros, no juzgarnos tan severamente, y en aquellas ocasiones en las que no sepamos con certeza si “lo que tengo está bien así…de esta forma” no dudar en consultarlo con sus padres o médico especialista.




El sexo, y todo lo que conlleva, no debe ser algo de lo que avergonzarse, sino una realidad con la que se pueda compartir percepciones, opiniones y dudas.


Bibliografía consultada
Reinisch, June M. & Beasley, Ruth (1992). Nuevo Informe Kinsey sobre sexo: todo lo que usted debe saber sobre sexualidad. Barcelona: Paidós.

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